Qué placer es cada vez
Que me subo a un avión con dirección al Líbano
Y al llegar sentir que mi alegría
Baila y brinca en mi corazón con singular algarabía
La Madre, el Padre, La Abuelita, el Abuelito
Todos empiezan a llorar cuando a sus amados ven llegar
Le besan la mano, y después la frente
Y Abuelita llora de alegría manteniendo una sonrisa no indiferente…
Globos, sonrisas, abrazos y besos
Entre flores de colores y vestidos hermosos
Habibi, hayatii, ayunii anta*
Un millón de cálidas palabras te envuelven como en una mantra…
Lubnan, Lebanon, Líbano, Liban
Como sea que lo pronuncies, no importa
Este mágico, místico, maravilloso
Líbano Que yo lo adoro, no lo dudo ni un solo Segundo…
*mi amor, mi vida, mis ojos
Orgasmos Espirituales. Gloria Belendez-Ramirez
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