No hay duda alguna de que sin nuestro Cuerpo, un Regalo Divino, no podríamos vivir como Terrestres y gozar de la maravillosa Fiesta que es la vida que se nos dió.
Para mi, alimentarlo con una dieta perfectamente balanceada, incluyendo un programa de movimiento físico específico para mis necesidades, es la mejor manera de agradecer a Dios por nuestro Regalo Divino.
Despertar a las 4:30 o 5:00 am me da una sensación profunda de alegría, al despertar junto con todos los otros seres que ocupan nuestro planeta: insectos, vacas, víboras, borregos, flores, gallos, setc.; todos ellos son parte de mi ritual matutino de agradecimiento personal por el regalo de un día mas de vida…
Mientras camino en la naturaleza, no pienso en nada. Simplemente siento con la Naturaleza, escuchándola con E mayúscula…fluyendo suavemente y sin esfuerzo con la increíble energía de sea lo que sea que me rodee…. Siento intensamente la bendición de la Madre Tierra… escucho a los pajarillos, montañas, cielos, etc. REZAR, mandanonos a todos a una oración única, en donde no hay divisiones ni identidades… conscientemente entiendo que todos estamos siendo respirados por nuestro Creador al mismo tiempo y con el mismo aires… ahhh..
De verdad, todos somos UNO, la misma energía. La misma “sopa”… Parte de mi dia lo dedico a ejercitar a mi cuerpo, sea aerobico o anaeróbico.
El nivel de dicha esta garantizado: abundante; y mientras mas agradecimiento siento, más es la dicha que se genera dentro de mi.
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